LOS INCENDIOS FORESTALES
Un incendio forestal es el fuego que se extiende sin control en terreno forestal o silvestre, afectando a combustibles vegetales, flora y fauna. Un incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen, su potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para superar obstáculos como carreteras, ríos y cortafuegos. Los incendios forestales afectan a los ecosistemas, bienes materiales y hasta a vidas humanas en algunas ocasiones.
Incendio en la zona de Guayonje, en Vilaflor (Tenerife). |
Son varias las posibles causas de este tipo de incendio, como los fuegos intencionados por parte de personas, acto que se considera un delito contra el medio ambiente y la seguridad colectiva; negligencias y descuidos, en prácticas para las que no se han adoptado suficientes medidas de precaución o que escapan del control humano de manera no intencionada como usos recreativos del monte, eliminación inadecuada de residuos o arrojo de colillas; accidentes, que pueden ser provocados a pesar de haberse adoptado las correspondientes medidas de prevención, como la quema controlada de rastrojos y lanzamiento de fuegos artificiales; y por último, causas naturales, provocadas sin intervención humana como en zonas con abundancia de material vegetal seco, que incrementa el riesgo tanto de que en ellas se origine el fuego como de que se vean afectadas por él.
Las medidas contra los incendios forestales se pueden clasificar en actuaciones de prevención y actuaciones de extinción. Cuanto mayor sea la prevención, menores serán los recursos necesarios para una posible actuación de extinción.
La selvicultura preventiva es una de las acciones más importante que se lleva a cabo anualmente en los montes de Canarias. Estas medidas incluyen aclareos, podas, limpiezas de bordes de pista, cortafuegos y fajas auxiliares, hidrantes, puntos de agua y vías de acceso. En La Palma y Tenerife los cortafuegos actúan como líneas de defensa y seguridad. En estas islas y en el Hierro destacan las áreas cortafuegos junto con el tratamiento de auto-resistencia de la vegetación, o la instalación de líneas permanentes de hidrantes en puntos estratégicos. En Gran Canaria y La Gomera se tiende más a la creación y mantenimiento de fajas auxiliares de pista en combinación con el tratamiento de auto-resistencia de la vegetación.
En cuanto a medidas de actuación de extinción, las emergencias por incendios forestales se rigen en Canarias por el “Plan Canario de protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales”, que garantiza la eficacia, agilidad y coordinación de la respuesta a las distintas emergencias por incendios que puedan presentarse, y que de forma directa o indirecta, afecten a la población y a las masas forestales de la Comunidad Autónoma de Canarias. Además establece los niveles de gravedad de los incendios forestales y determina la actuación de Protección Civil en caso de incendio. Cada Cabildo Insular cuenta con su propio operativo contra incendios y su plan de actuación.
Pinar canario. |
Los incendios forestales, producen verdaderas catástrofes a nivel ecológico y social. Entre sus consecuencias están los daños ambientales que ocasionan, como la pérdida de calidad paisajística, la muerte de animales, la destrucción de hábitats y ecosistemas, la alteración de la estructura del suelo y el aumento del riesgo de erosión y desertificación. Además, los incendios forestales son una importante fuente de emisión de gases de efecto invernadero. Por otra parte, estos incendios pueden suponer la pérdida de vidas humanas y grandes daños en explotaciones, cultivos, viviendas y otros bienes patrimoniales. En Canarias, las zonas de pinar son muy sensibles a la acción devastadora del fuego por la facilidad de propagación que ofrecen estas masas boscosas, su alta densidad, la composición del sotobosque y la cantidad de materia muerta como pinocha y piñas que sirve de combustible. Además, el grado de humedad, la temperatura y la fuerza del viento, junto al grado de pendiente y la carencia de agua, suelen ser aspectos determinantes que influyen sobre su expansión.
A mi parecer deberíamos ser más conscientes de cuales pueden ser las consecuencias de nuestras acciones sobre en medio ambiente ya que la mayoría de incendios, como se puede observar en las causas mencionadas anteriormente, son resultado de descuidos nuestros y por lo tanto, somos nosotros los únicos responsables de los efectos negativos que conllevan no sólo sobre las posibles personas que resulten heridas y los efectos personales que se quemen, sino también del destrozo sobre el ecosistema.
Dariasa Rodríguez de Ara.
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